cama punzante
pensamientos afilados
Cuéntame nuestro cuento
otra vez
cuéntamelo despacio
pero esta vez siendo
menos cuento que verdad
Dame un sustento
Dame tu aliento
Acaríciame sin tocar
y cámbiale el final
Nunca he necesitado tanto
vivir de tu recuerdo
Nunca me he sentido menos pez
que nadando fuera de tu mar
Cobardía era tu segundo apellido
el camino fácil de la huída
tu opción primera
Como las hojas de otoño
cayendo en plena primavera
como el que tacha y no borra
por no complicarse la vida
como el que siempre recuerda
pero dice y jura que olvida
Y ahora llevas años luchando
contra una parte de ti mismo
que cada vez es más grande
buscando un suspiro de alivio
en cualquier boca que te hable
Como un niño cuando llega por fin a su casa
y se siente seguro
O quizás se haga más vulnerable.
que la que pueda tener
uno consigo mismo
ni mayor desamor
que querer con todas tus fuerzas
a alguien
cuyo desastre no entiendes
y con quien no puedes
descubrir el tuyo
sin que parezca una ofensiva
¿Quién estaba cuando estaba jodida?
¿Quién estaba cuando estaba triste?
¿Quién estaba cuando dejaba de ser yo
cuando el aire que respiraba
era cemento en mis pulmones
cuando cada gota que caía del cielo
era ácido sobre mi piel
cuando cada palabra que salía de cualquier boca
era una daga directa al corazón?
¿Quién estaba cuando no podía mirarme al espejo
porque se rompía en mil pedazos
y sobre el suelo pisaba cristales
o cuando lloraba hasta diluviar sobre la almohada
cuando gritaba hasta quedarme sin voz?
¿Dónde estaban todos los que ahora se creen con derecho a opinar
mientras la historia la vivía únicamente yo?
Quién
dónde
cuándo
¿Por qué no estaban
cuando de verdad necesitaba su opinión?
