La vida es como un juego de cartas, suerte que yo todavía conservo los comodines sobre la mesa y los ases bajo la manga.
viernes, 17 de octubre de 2014
Eternidad
Por cada cosa bonita que me dices y que haces. Por todo aquello que vivimos y que haremos. Porque eres tú y soy yo. Por nuestras canciones y nuestros besos. Por los sueños que compartimos y que hemos hecho realidad. Por mis ojos cuando miran a los tuyos y por mis manos que acarician tus brazos. Por mis lágrimas de felicidad y tus risas de alegría. Por nuestras discusiones y reconciliaciones. Por nuestros miedos y distancias. Por ese futuro juntos y esa eternidad lejana. Por los escalofríos y silencios. Por la complicidad. Por nuestras letras infinitas. Por ese amor que nos hace existir. Sí, por ti y por mí.
Si fuera

Créeme que lo que más deseo es gritarle al mundo entero lo que siento. Créeme que por ti lo daría todo, fuera lo que fuera. Créeme que esto para mí no tiene límite. Que tengo esperanza, ilusión y certeza en lo que realmente quiero. Tal vez no soy poeta ni cantante, pero te aseguro que con tan sólo mil besos podría expresarte cuánto te quiero.
A ti, que estás tan lejos, a ti, que vives en la pobreza. Te juro que te quiero como si fueras mi hermano y que el dinero que te mande siempre será poco comparado con lo que te daría si pudiera.
A ti, con esos ojos tristes y esa sonrisa forzada, soy invisible, pero estoy a tu lado.
Si fuera perfecta no te faltaría de nada, si fuera rica tú también lo serías. Si fuera quien quiero ser ni tú ni ninguno de ellos tendrían que sufrir más.
No puedo hacer más por ti que mandarte lo que tengo y pensar que estás leyendo esto, pero me consuela saber que te ayudo, y que, por poco que sea, eso me alegre y me anime a seguir ayudándote y tú lo notes.
A ti, hermano, que te quiero como a nada.
Tantas veces quise
Tantas veces quise correr y no pude andar... Tantas veces quise volar y me caí... Fueron tantas las veces que creí haber crecido... Fueron tantas ilusiones, tantos sueños, tantos momentos reflejados en el infinito de mis palabras y pensamientos. Al final nada salió como yo quería. Al final todo se dio la vuelta y se puso del revés. Las personas en las que más confiaba fueron las que más me fallaron. Lo que más me gustaba y quería fue lo que perdí. Lo que menos importaba fue lo que salió bien.
Pero sé que eso fue lo que me hizo más fuerte. Sé que eso fue lo que verdaderamente me hizo crecer. Lo que me dio a entender que tenía que madurar. Fue eso lo que me hizo luchar por lo que verdaderamente me importaba y lo que me hizo pensar mejor en quien me quería tanto como para estar a mi lado en los momentos más difíciles. Fue ahí cuando aprendí a interpretar la vida desde mi punto de vista, diferente al de cualquier otra persona. Fue ahí cuando le encontré el sentido a mi vida y supe dónde buscar la felicidad. ¿Y sabéis? La encontré. Y ahora sé que para ser feliz y crecer como persona es necesario tropezarse con las peores piedras y caerse en los baches más hondos. Aprendí que los errores se cometen para aprender de ellos, que el sentido de la vida, de tu vida, es el que tú mismo quieras dar a entender. Las metas que tú mismo te propongas. Los sueños que quieras alcanzar.
Y sí, las malas rachas son muy duras y a veces el mundo se te viene encima, pero cada momento de felicidad que te proporcione la vida lo compensará y te hará ver que, realmente, vivir merece la pena.
Pero sé que eso fue lo que me hizo más fuerte. Sé que eso fue lo que verdaderamente me hizo crecer. Lo que me dio a entender que tenía que madurar. Fue eso lo que me hizo luchar por lo que verdaderamente me importaba y lo que me hizo pensar mejor en quien me quería tanto como para estar a mi lado en los momentos más difíciles. Fue ahí cuando aprendí a interpretar la vida desde mi punto de vista, diferente al de cualquier otra persona. Fue ahí cuando le encontré el sentido a mi vida y supe dónde buscar la felicidad. ¿Y sabéis? La encontré. Y ahora sé que para ser feliz y crecer como persona es necesario tropezarse con las peores piedras y caerse en los baches más hondos. Aprendí que los errores se cometen para aprender de ellos, que el sentido de la vida, de tu vida, es el que tú mismo quieras dar a entender. Las metas que tú mismo te propongas. Los sueños que quieras alcanzar.
Y sí, las malas rachas son muy duras y a veces el mundo se te viene encima, pero cada momento de felicidad que te proporcione la vida lo compensará y te hará ver que, realmente, vivir merece la pena.
jueves, 16 de octubre de 2014
Te elijo a ti
Si todos los caminos llevan a Roma, ¿cómo se sale de Roma? A veces pensamos demasiado y sentimos muy poco. Mi abuelo siempre decía, que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella. Aunque en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás. Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Y ahora estoy aquí, y mañana... Mañana no lo sé. Así que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, si alguna vez quieres algo de verdad, ve por ello sin mirar atrás, mirando al miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando el niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella. Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo. Que los amigos, son la familia que elegimos, y yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser el dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, y apuesto fuerte por todos estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así porque sí, sin venir a cuento ni tener por qué celebrar algo.
Y es que en este tiempo me he dado cuenta, de que los pequeños detalles, son los que hacen las grandes cosas. Que tú has hecho infinito mi límite. Así que te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, por ese brillo en los ojos capaz de pelear contra un millón de tsunamis. Así que no, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni sé cómo se sale de Roma. No te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, y por eso, mi luna va a estar siempre contigo. Porque tú, me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida. Y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.
Gracias por formar parte de mi vida.
Jose María Costa Reyes
Y es que en este tiempo me he dado cuenta, de que los pequeños detalles, son los que hacen las grandes cosas. Que tú has hecho infinito mi límite. Así que te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, por ese brillo en los ojos capaz de pelear contra un millón de tsunamis. Así que no, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni sé cómo se sale de Roma. No te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, y por eso, mi luna va a estar siempre contigo. Porque tú, me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida. Y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.
Gracias por formar parte de mi vida.
Jose María Costa Reyes
lunes, 13 de octubre de 2014
50 cosas sobre mí

2. Sin mis amigos no soy nada.
3. Me gustaría tener algún hermano o hermana y no ser hija única, aunque ya estoy más que acostumbrada a ello.
4. Aún me duele que mis padres estén separados, aunque también estoy acostumbrada.
5. A veces siento que no tengo familia.
6. Me gusta estudiar y estoy muy orgullosa de mis notas.
7. De mayor quiero ser psicóloga.
8. Suelo tener la manía de aferrarme al pasado y a lo que más daño me hace.
9. Me encanta escribir textos, relatos breves y libros.
10. Me encanta leer.
11. Soy infantil a ratos.
12. No quiero crecer, me da miedo hacerme mayor.
13. Creo que soy bastante madura para mi edad.
14. Aún me abrazo a mis peluches cuando estoy triste.
15. Me enfado con mucha facilidad, soy muy borde, pero la mejor con quien me consigue.
16. Hago amigos fácilmente, pero prefiero quedarme con los de siempre.
17. Mi madre es lo más importante en mi vida.
18. Me da pánico pensar que voy a perder a mis abuelos.
19. Me encanta viajar, pero no tengo oportunidad de hacerlo.
20. Odio cometer dos veces el mismo error.
21. Odio los 135,6 kilómetros que me separan de él.
22. No me gusta enamorarme, suelo pasarlo muy mal.
23. Soy muy orgullosa.
24. No me gusta cocinar.
25. Me encanta nadar.
26. La música es lo mejor que tengo, sé que siempre estará ahí.
27. Me pone histérica no poder hacer lo que quiero.
28. Me enfada que me pongan límites que quiero sobrepasar.
29. Me iría con todos mis amigos a una isla desierta durante meses y sin móvil.
30. Me encanta hacerme peinados diferentes.
31. No me gusta ir de compras, me agobia probarme la ropa.
32. Jamás he copiado en ningún examen.
33. Me encantaría tener cinco años otra vez por tres días.
34. Amo a los bebés.
35. Me encanta que mi tía me cuente historias como cuando era pequeña.
36. Mi vicio es el mojito.
37. No fumo, y odio tragarme el humo de los que sí lo hacen.
38. Soy muy de mi Cai, son mis raíces, y es mi tierra.
39. Me vuelven loca los animales, los adoro.
40. Necesito un italiano en mi vida.
41. No pienso en el futuro.
42. Estoy enamorada de la vida.
43. He sido amiga de gente que ahora me da asco.
44. Tengo mucha autoestima.
45. Me da igual lo que la gente dice de mí, no voy a cambiar.
46. Para conocerme bien, tienes que conocerme de verdad.
47. Me río con cualquier tontería.
48. Soy cantante profesional en la ducha.
49. Persigo mis sueños.
50. Me quiero.
Mírame
Una mirada lo dice todo. La mirada es el espejo del alma. Una mirada calla las palabras, calma los gestos. Una mirada es un suspiro, una relajación. Es una afirmación, un abrazo en la distancia, es un apoyo cuando nada te apoya. Una mirada se refleja en los ojos de otra mirada. Cuando hay una mirada, lo demás sobra. Se para el tiempo. Se paran los relojes. No importa nada más, no hay nadie más. Una mirada es paz, tranquilidad. Es compañía. En una mirada se ve si lloras o sonríes, en una mirada se ve qué hay dentro de tu corazón. Abre los ojos y mírame. Mira a tu alrededor, regala miradas. Puede ser que cruces la mirada con una persona sin quererlo y acabe en una sonrisa. Esa sonrisa puede ser el motivo de tu felicidad ese día. Tal vez sí busques esa mirada, tal vez no sonrías, pero se producirá. Porque las miradas son tan importantes como la vida. Mírame, sabes que tú también buscas una mirada que sea la razón de todas las demás.
domingo, 5 de octubre de 2014
Llámame niña
Si no es magia, ¿qué son los amaneceres? Si no es magia, ¿cómo explicas el color del cielo en este atardecer? Si no es magia, ¿de dónde salen las carcajadas? Si no es magia, ¿qué hay de las hadas? ¿Qué hay de todo aquello que nos hace ser felices? ¿Qué hay de todo aquello que nos hace llorar de emoción? Cada mirada, cada sonrisa, cada mensaje que se transmite sólo con un simple gesto. La naturaleza, el tiempo, el agua. La vida es magia. Todo es mágico.
A veces construyo castillos en el aire, pero no voy a dejar que nadie me los tire. Porque creo en la magia. Sé que a veces resulto insoportable, que me pongo a hablar y no hay quien me calle. Es magia. Miro por la ventana y veo caer la lluvia, es magia. Las gotas resbalándose sobre el cristal, es magia. El ruido de las gotas de agua al caer al suelo, es magia. Cuando levanto la cara y siento cómo el cielo roza mi nariz, es magia. Cuando irrumpe el sol en mi piel para darme calor, es magia. Cuando me hace llorar una canción, cuando tengo tantas sonrisas bonitas a mi alrededor, es magia. Cada día es magia. Mi vida, es magia.
Y si creer en la magia significa no crecer, llámame niña.
A veces construyo castillos en el aire, pero no voy a dejar que nadie me los tire. Porque creo en la magia. Sé que a veces resulto insoportable, que me pongo a hablar y no hay quien me calle. Es magia. Miro por la ventana y veo caer la lluvia, es magia. Las gotas resbalándose sobre el cristal, es magia. El ruido de las gotas de agua al caer al suelo, es magia. Cuando levanto la cara y siento cómo el cielo roza mi nariz, es magia. Cuando irrumpe el sol en mi piel para darme calor, es magia. Cuando me hace llorar una canción, cuando tengo tantas sonrisas bonitas a mi alrededor, es magia. Cada día es magia. Mi vida, es magia.
Y si creer en la magia significa no crecer, llámame niña.
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