En una ciudad donde el viento arrasaba con todos los recuerdos que allí se encontraran, donde las risas de unos niños despertaban a las flores por las mañanas, donde los árboles bailaban al son del viento en el atardecer.
Barcelona me ofreció su amor, y con ese amor allí te encontré. Tan pequeños e inocentes como éramos... Tan amigos, tan compañeros de vida sin saber cuánto nos duraría esa vida a la que juntos adorábamos... Compartíamos los más grandes de los sueños, aspirábamos a una felicidad que para otros sería bastante difícil de alcanzar.
Crecimos juntos en nuestra Barcelona, a ella le confesábamos nuestros secretos y con ellos la certeza de nuestros escondidos sentimientos, aquellos que ni nosotros mismos habíamos encontrado.
Con el calor del verano nos dimos nuestro primer beso y tan pronto como llegó el frío del invierno te marchaste. Me llevó un tiempo entender que te habías ido. Estuve otro tiempo rezando para que volvieras, escondida en una más triste Barcelona, donde cada calle estaba marcada con tu nombre, donde cada resquicio seguía impregnado de tu inconfundible aroma. En cada banco nuestros mejores recuerdos grabados, en mi corazón tu insistente y fuerte amor.
Ahora que te has ido de esta gran ciudad, aun siendo grande se siente sola, yo bien sé que faltas tú, aquí tú deberías estar. Camino entre la gente y me es inevitable recordar nuestros paseos desde el laberinto de Horta hasta la casa Amatller, en los cuales jamás me soltabas la mano, nunca me permitías irme lejos de ti.

Pero yo iré a buscarte, bien me dijo mi madre, hija, de esta Barcelona tendrás que salir sin mirar atrás, tienes que encontrar a ese catalán que tan tuyo es, para que él te pueda encontrar a ti. Mas no estoy tan segura de cuán importante fue nuestro amor para ti, ni siquiera sé si fue tan solo importante.
Quizás no me recuerdes, o tampoco tengas presente estos recuerdos de nuestra amada Barcelona. Incluso es probable que no sea tan amada para ti, quizás ya la hayas olvidado, o puede ser que nunca caíste en la cuenta de que realmente existía.
Pero he de decirte que yo me opondré a mis propios obstáculos y resentimientos, recorreré el mundo entero hasta al fin encontrarte y te traeré de vuelta a Barcelona, y de aquí nunca más te irás.
Haré lo posible y lo imposible, porque tú, mi querido catalán, tú vas a ser mío.
Per sempre meu
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