viernes, 5 de mayo de 2017

Escribía mientras soñaba

[Si fuera luna]                         

Si fuera luna, tú serías lucero.
Si fuera espuma, tú, orilla.
Si yo fuera horizonte, tú, mi cielo.
¿Cómo hacértelo saber sin decírtelo? 


[Tus ojos dormidos]

Tus ojos dormidos clavados
en el trasfondo de mi mirada.
Tu voz cantando mi nombre
y mis dedos al filo de tu espalda.


[Cada noche nos encontramos]

Cada noche nos encontramos 
en el mundo de los sueños.
Yo la reina de tus ojos magos,
tú el príncipe de mi cuento.


[Día 20 sin ti]

Día 20 sin ti; eres la tormenta
que se acerca y después se aleja,
dejando una fría lluvia a su paso.


[Vienes]

Vienes, me desordenas el alma y te vas.
Ni el mismo diablo hace eso.


[Más que sentirlo]

Más que sentirlo, lo he vivido.
Tus pasos se alejaban y
se tornaban confundidos.
Mas la oscuridad de mi alma
por tu luz se iba contigo.


[No somos de este mundo]

No somos de este mundo, amor. 
No pertenecemos a este enredo.
No nos encontramos en el nudo.
Somos las manos que lo atan.
No somos de nadie.
Somos de nosotros.


[Hoy te escribo]

Hoy te escribo porque he oído
que mi nombre aún recuerdas.
Hoy te digo que tu nombre tatuado
en mí todavía se incendia.


[He querido soñar]

He querido soñar que un beso para ti es suficiente.
He soñado mil besos,culpables de asesinarte,
y he despertado con mis labios inocentes.


[No me cansaría de decirte]

No me cansaría de decirte
que eres lo mejor 
que le pasó a mi vida,
como nunca antes.
No me cansaría de decirte
tantas cosas que siento,
si no te cansaras de escucharme.


[Hola, nos conocemos]

Hola, nos conocemos.
Cada día te pienso.
Solemos conversar,
pero nunca te he dicho
todo lo que siento;
que para mí
significas mucho más.


[Sé no hablarte]

Sé no hablarte porque sé
fingir que no me importas.
Sin embargo, no sé callar
que me duele saber que te pienso
cada día un poquito más.


[Me enredo entre las hojas de mi diario]

Me enredo entre las hojas de mi diario,
hablándoles en claro, y a veces en oscuro,
cómo te pienso, en blanco o en negro,
pero siempre demasiado.


[Maldito nombre de cinco letras]

Maldito nombre de cinco letras,
que no para de rondar mi cabeza.
¿Por qué a mí? Yo sólo quería escribir poesía,
cantar flamenco y beber cerveza.


[Día 30 sin ti]

Día 30 sin ti; podría ser fuerte,
pero siempre me dejo vencer por mi debilidad;
tu dulce pero amargo recuerdo,
impreso en las páginas de mi memoria.


[Y yo aquí]

Y yo aquí, y mi mente vuela.
Y tú allí, creando tormenta.
Ardo en fuego,
agito mis alas.
De tus nubes heladas
respira mi pecho.


[Te quiero]

Te quiero.
Te quiero diez lunas.
Te quiero cien soles.
Te quiero más que a las estrellas
y más que a mil ramos de flores.


[Ya no creo en las esperanzas]

Ya no creo en las esperanzas
que se basan en el tiempo.


[Amiga, dile que no le quiero]

Amiga, dile que no le quiero.
Dile que le he olvidado.
Pero que nunca se entere
que al decirlo estaba llorando.


[El amor es el anhelo]

El amor es el anhelo
de salir de uno mismo.


[No es ella quien te llora]

No es ella quien te llora por las noches
cuando conversa a solas con
tu apagada y persistente ausencia.


[La vida es lo más bonito]

La vida es lo más bonito
que me ha pasado jamás.


[Me llora el alma]

Me llora el alma
y no me escuchas.
Me bañan las olas
y el mar está en calma.


[Me has pasado]

Me has pasado
y me has ignorado.
Me has hablado
y me he callado.
Te he soñado
y te he olvidado.


[Seis meses no son nada]

Seis meses no son nada
cuando es tinta borrosa
lo que se aferra a la carta.
Si hasta con una vela
te sé escribir mejores letras.
Cautela.


[El sol parpadea]

El sol parpadea y
la luna cierra sus ojos.
El mar se ensancha,
entro en la boca del lobo.
Girasoles y margaritas
cantan en primavera.
Cae la noche y nieva.


[No me sé explicar]

No me sé explicar,
si bien hablo más que digo,
si no pienso, pero escribo.
¿Quién me va a entender?
Si corro y no huyo.
Si tiemblo y ladro humo.


[Qué feliz estoy]

Qué feliz estoy en mi cama,
escribiendo entre llamas.
Qué bonita que tú eres,
de defectos careces.
De ti yo me enamoro
una y veinte veces.
Veinte veces te llamaría,
dulce y elegante poesía.


[Se me fue la llama]

Se me fue la llama, muriendo,
se me apagó el corazón.
Fuiste tú, el rojo mechero
que encendiéndome la reavivó.



1 comentario: