La vida es como un juego de cartas, suerte que yo todavía conservo los comodines sobre la mesa y los ases bajo la manga.
miércoles, 17 de julio de 2019
Entre brumas
A veces te echo tanto de menos que busco tu mirada entre los ojos de las personas, pero solo hallo una ausencia desmedida del brillo de tu alma cuando se dormía junto a la mía. A veces te echo tanto de menos que prefiero pensar que nunca te he conocido, que mis labios jamás descansaron sobre el dulce de tu boca cuando apaciguabas mis mareas embravecidas. A veces te echo tanto de menos que desearía arrancarme el trozo de alma que tú besabas cada noche antes de dormirnos abrazados. A veces te echo tanto de menos que ni siquiera me acuerdo de que una vez fuiste la causa de mis sueños más amargos, aquellos en los que no aparecías. Hoy te echo tanto de menos que prefiero escribir estando ebria, porque con letras dueles un poco menos y sobria un poco más. Porque que no estés aquí me mata. Porque me enredo en la desesperación de mis dudas y no encuentro una puerta que me lleve junto a tus brazos para que ahuyenten mi miedo y me impulsen a volar. He sido vendaval cuando había cometas en el aire. He sido tormenta cuando había tripulación en el mar. He sido primavera cuando has estado conmigo y he sido amanecer cuando mirabas al horizonte al despertar. He sido banco cuando te sentabas y he sido oxígeno cuando te ahogabas. Has sido limón y he sido sal. Has sido la última vela negra que apagué al soplar. Hoy me dueles dentro. Hoy echo balones fuera. Algún día, cuando el sol brille alto, desataré tus alas y entre brumas casi dispersas te dejaré marchar.
martes, 9 de julio de 2019
Alas rotas
Quiéreme bien. Quiéreme libre. Quiéreme sano. Quiéreme entera. Quiéreme eterna. Quiéreme sin ataduras. Quiéreme sin compromisos. Quiéreme sin rencor. Quiéreme sin recelo. Quiéreme con paciencia. Quiéreme con dedicación. Quiéreme con espacio. Quiéreme con amor. Porque soy mujer libre. Porque no necesito vivir de tus esquelas. Porque naufrago cada vez que el viento me invita a pasear. Porque soy menos huracán a la deriva. Porque busco más de lo que me puedas encontrar. Porque subo escaleras y bajo acantilados. Porque me enredo en las olas del tiempo y manejo las mareas a mi antojo. Y me gusta. Me gusta ser yo. Bésame cuando mis labios busquen tu boca. Abrázame cuando mi cuerpo busque un refugio cálido. Háblame bonito cuando necesite escucharte. Mírame brillar cuando se encienda mi luz propia. Salúdame de lejos cuando me veas marchar. Escríbeme cartas, ahora que pocos lo hacen, y lánzalas en botellas al mar. Porque nuestro amor es tan libre como lo soy yo. Como lo debería ser cualquier mujer enamorada de un hombre. Pasar tardes efímeras a tu lado y noches eternas de café y letras. Eso quiero. Quiero ser de mí. Quiero pertenecerme. Quiero darte el pedacito de mí del que sé que puedo prescindir porque tú lo cuidarás bien. Pero el resto es mío. Como todos esos inmarcesibles inviernos de cine con mis amigos. Sígueme cuando mis huellas sean superfluas, pero no cuando corra como el viento. Déjame ser. Déjame estar. Déjame perderme en el etéreo de tu mirada sólo cuando yo quiera. Déjame decidir por mí misma. Déjame reír, déjame llorar y no me juzgues. Espérame en casa mientras estoy viajando y cúrame las alas cuando estén cansadas de volar. No me las cortes. Porque no hay nada más bonito que la libertad, y nada más preciado que poder sentirte libre junto a la persona que amas.
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