La vida es como un juego de cartas, suerte que yo todavía conservo los comodines sobre la mesa y los ases bajo la manga.
martes, 9 de julio de 2019
Alas rotas
Quiéreme bien. Quiéreme libre. Quiéreme sano. Quiéreme entera. Quiéreme eterna. Quiéreme sin ataduras. Quiéreme sin compromisos. Quiéreme sin rencor. Quiéreme sin recelo. Quiéreme con paciencia. Quiéreme con dedicación. Quiéreme con espacio. Quiéreme con amor. Porque soy mujer libre. Porque no necesito vivir de tus esquelas. Porque naufrago cada vez que el viento me invita a pasear. Porque soy menos huracán a la deriva. Porque busco más de lo que me puedas encontrar. Porque subo escaleras y bajo acantilados. Porque me enredo en las olas del tiempo y manejo las mareas a mi antojo. Y me gusta. Me gusta ser yo. Bésame cuando mis labios busquen tu boca. Abrázame cuando mi cuerpo busque un refugio cálido. Háblame bonito cuando necesite escucharte. Mírame brillar cuando se encienda mi luz propia. Salúdame de lejos cuando me veas marchar. Escríbeme cartas, ahora que pocos lo hacen, y lánzalas en botellas al mar. Porque nuestro amor es tan libre como lo soy yo. Como lo debería ser cualquier mujer enamorada de un hombre. Pasar tardes efímeras a tu lado y noches eternas de café y letras. Eso quiero. Quiero ser de mí. Quiero pertenecerme. Quiero darte el pedacito de mí del que sé que puedo prescindir porque tú lo cuidarás bien. Pero el resto es mío. Como todos esos inmarcesibles inviernos de cine con mis amigos. Sígueme cuando mis huellas sean superfluas, pero no cuando corra como el viento. Déjame ser. Déjame estar. Déjame perderme en el etéreo de tu mirada sólo cuando yo quiera. Déjame decidir por mí misma. Déjame reír, déjame llorar y no me juzgues. Espérame en casa mientras estoy viajando y cúrame las alas cuando estén cansadas de volar. No me las cortes. Porque no hay nada más bonito que la libertad, y nada más preciado que poder sentirte libre junto a la persona que amas.
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