Mirada de ojos pardos
que persiste inexistente
cual amor tumbado
sobre lonja ardiente.
Se apaga mi corazón
como se apagan las luces
dejando a oscuras a toda una ciudad.
Qué le importa al viento
si me uno al vendaval.
Qué le importa al tiempo
si le robo segundos a la eternidad.
Cruzo los mares en volandas
agarrada a las nubes que trepan
y que nunca tienen miedo a caer.
Ojalá si yo cayese
abrieras los brazos a tiempo.
Ojalá si me rompiese
fuese contra la ola de tu beso.
Contemos cuántas mareas tiene nuestro océano.
Restémosle profundidad al mar
una vez cada invierno.
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