viernes, 29 de mayo de 2020

Tú y yo

No acierto a poder explicar qué sentí la última vez que estuve asomada al precipicio de tu boca, pero creo que vértigo sería la palabra que mejor se le asemejase. Y lo cierto es que cada vez que me asomaba, de tanto en tanto, esa pendiente se me iba haciendo más alta, como si ya apenas pudiera distinguir dónde quedaba el suelo. Como una escalera de caracol que se enreda sobre sí misma y puedes caer por el espacio que separa dos escalones, como una ola que siempre busca romperse pero al final nunca lo hace de una manera perfecta e inmediata, como el viento que choca contra un muro y aún así persiste en ir en la misma dirección. Así somos nosotros. Imperfectos, diacrónicos, impredecibles, persistentes, expectantes.
Me gusta pensar que el azar es nuestro mejor aliado, y que nos va cediendo carta a carta hasta que consigamos ganar la partida. Porque ya sabemos que las prisas no son buenas compañeras, de hecho varias veces nos ha dado tiempo hasta de dormirnos entre canciones, y despertarnos y no saber cómo ni por dónde retomar lo que estábamos haciendo antes. A veces, eso también me gusta.
No creo que dos mas dos siempre tengan que ser cuatro, a la vez que no creo que haya una manera perfecta de hacer las cosas. Tú siempre las has hecho como te han salido en el momento, en el lugar y desde el corazón. Y yo me he aferrado todo este tiempo a esa idea para poder comprendernos a los dos, porque una de dos, o yo ya era también así, o tú me has hecho serlo. Y no, tampoco me disgusta. Nos hace ser especiales, y nos hace serlo juntos, cada uno en su terreno.
Y así hemos estado todos estos años, jugando a balancearnos sobre la fina cuerda del límite, sin saber qué acabaría pasando y apostando a poder rozarnos las manos sin caernos al otro lado, y disfrutando de ello como dos niños en la nieve una tarde de invierno, como si no pasara nada, como si no fuese peligroso, haciendo de ello nuestro pequeño juego propio. Mientras tanto ha ido pasando el tiempo, y sigo viendo en tus ojos lo mismo que vi aquel día, un desafío que me tomaría mi tiempo completar. Y ya ves, a pesar de cada intento, aquí estamos tú y yo, todavía sin estar❤️

Roberto C

No hay comentarios:

Publicar un comentario