Qué bonito es no tener tu recuerdo colgado
de cada gotelé en la pared
Qué bonito es dejar de escuchar el nombre de tu nueva ciudad
o que al menos ya no me importe tanto hacerlo
porque total
ahora estoy todavía un poquito más lejos
Qué bonito dejar de ver esas caras
que siempre me miraban sabiendo
entre la compasión y el consuelo
lo mucho que significabas para mí
Qué bonito
poner una x
de extremo a extremo
a todos los errores que cometí
y a todas las veces
que tú me fallaste a mí sin verlo
Porque qué bonito es a veces no ver
qué terapéutico;
ojos que no ven
corazón que no siente
Pero maldito corazón caprichoso
con su calendario idiota
y su cronómetro siempre en tiempo de descuento
que hace un par de días
yo por seguir sin verte cerré los ojos
y él por querer sentirte a toda costa
hizo que te volviera a ver cuando me acabé durmiendo
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