martes, 19 de marzo de 2019

El país de Nunca Jamás

He creído poder despertar sobre todos aquellos lunares que aseguraron haber estado en tu cuerpo. He intentado sobrevolar cada poro de tu piel tintado de mi aroma. Me tropecé con tu frío y me calé hasta los huesos. Desearía miles de tus besos para apagar mi congoja. Que si me evado en el recuerdo de tu caminar me resbalo por las calles de tu ausencia. Que he dado un golpe de vista hacia atrás y nos he visto atravesando las tinieblas. Si sueñas con volar cuéntale al cielo que tu sol no fui yo, que de mí la estrella que se paraba a brillar cada noche en la ventana de tu rascacielos. Que me duermo sobre tu memoria y al despertarme ya no estás. Que me haces falta, que te recuerdo y me muerdo las ansias de en tus labios volver a naufragar. Que lo sé, que de ti me he hecho sinónimo de polizón, pero tus besos son el único barco que aún estando a la deriva, me llevará siempre al país de nunca jamás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario