jueves, 16 de septiembre de 2021

Flores secas

Vamos a ponernos serios
ni tú eras aquel señorito
ni yo aquella niña buena.
Porque en tus ojos se veían
las brasas de un incendio
las ráfagas de un huracán
las olas de aquel tsunami 
que inundó mi desván.
Y en mi boca se escondían
todas esas tentativas
de rasgar los vértices de tus labios
de sellar los poros de tu piel
de arrinconarte a mi lado.
¿Qué hicimos con todas aquellas mañanas
que bañaban de claridad
los cristales de las ventanas?
¿Qué hicimos con las miradas
que cruzaban de esquina a esquina
esquivando infinitos a su paso
buscando a otra que la esquiva?
¿Qué hicimos con los ramos
de flores secas sobre la mesa
los puentes oxidados
los espejos con capas de polvo
el baúl de los recuerdos
bajo llave cerrado y olvidado?
Sobre mi espalda siempre llevaré
anclado en el mismo sitio
el peso del tiempo
el paso de los años
que se olvidó de nosotros
o quizás fuimos nosotros 
los que nos olvidamos de ellos.

Y de nosotros mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario