me mirabas como cuando después de esperar lo que parece ser mucho tiempo suena el microondas
y me comías como el que se deja el mejor plato siempre para el final
A veces solía subirme a horcajadas encima de ti
y contarte uno a uno los lunares de la cara
sudores fríos bajando por la espalda a la mayor escala
A veces solías ser tú el que se subía encima
para luego pedirme que volviera a bajar
pero siempre íbamos en línea recta
apretándonos fuertes las manos cuando ya no sabíamos diferenciar el límite entre sueño y realidad
Cualquier sitio parecía buena idea para seguir este ritual
desde una cómoda cama hasta una vieja lavadora
tú cuerpo temblando al rozar el orgasmo
mi mente loca entrando en coma
Hoy he soñado con tu cara congelada en el tiempo
justo cuando estabas a punto de cruzar ese límite
y creo que he sido yo la que (me) he corrido a(l) desdibujarlo
como si sólo fuera una línea tonta
que corta y divide
en dos al papel más mojado