pero vuelves a aparecer
en cada cara conocida
en el disparo de salida
en un poema al anochecer
Estás siempre
pero nunca estás
en ciudades nuevas
en canciones antiguas
en todas las estrellas
en cada uno de los prismas
del destino que está por caer
Pero de repente soy yo la que caigo
una vez más
un verano más
Siempre cambias la trampa de sitio
y ni por esas
soy capaz de escapar
Una vez leí que quien te da alas
también forja tus raíces
tú me arrancaste las dos
el día que sin nosotros te fuiste
Y ahora ¿Cómo vuelo?
¿Cómo aterrizo?
Ni siquiera sé en qué cielo estoy
ni en qué nube me enamoré de tu suspiro
que asustaba todos los grises
Desde que no estás
pero sigues estando
todo es negro
todo es arrastrado
a unos labios que se alimentan de veneno
a unos cuerpos que de tantos huesos rotos
se hicieron inmunes a tus abrazos
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