Quisiste entrar en un hueco que no te pertenecía
y yo insistí acomodándolo para ti
y yo insistí acomodándolo para ti
Busqué cualquier estrella
de las fugaces y de las eternas
pero ninguna llevaba tu nombre
y todas me guiaban en dirección contraria a ti
Perdóname si salgo huyendo de tu cama
pero hay fantasmas que me persiguen con las primeras luces del día
Una vez me preguntaste
cómo podrías saber que te estaba amando
y yo te hablé de los domingos
de las madrugadas de lluvia
y del paraguas roto que hace que al final
todo te termine calando
Digamos que en esa historia tú eras el sol
y la tormenta
la eterna tormenta
siempre es la misma persona que un día ese paraguas rompió
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