domingo, 20 de octubre de 2024

Tus manos no son las mías

Las cosas sí pueden cambiar en segundos
y lo que llevabas toda la vida teniendo tan claro
cuando por fin lo tienes delante de tus narices 
puedes de repente ya no tenerlo nada
Existen los pellizcos en el estómago 
y las punzadas en el pecho
que te avisan de que vienen bandadas
como la resaca del mar avisa cuando viene un tsunami
Y de repente te ves
queriendo a no sé quién 
mientras te olvidas de quererte a ti misma
Y entonces es cuando estás perdida
porque la ola ya te habrá arrollado
y te habrás ahogado 
entre cientos de besos 
que nunca se dieron de despedida
Así que
abrázate fuerte
y enfréntate a tu propio invierno
antes de congelarte
                               en manos
                                    de otras vidas
que no son la tuya

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