martes, 31 de diciembre de 2024

Mujeres

Las mujeres somos
las de la intuición
las de la sensibilidad
las de la poesía
las de los amores imposibles
las de la lágrima escondida
Las mujeres somos
las del pozo de secretos
las de la compasión compartida
Somos las que bailamos
descalzas entre notas de pianos
y pieles desnudas
sin quitarse la ropa
Las mujeres somos las de la insistencia
las del beso a bocajarro
las de las ilusiones rotas
pero vivas
Las mujeres somos
y seremos
y solo por eso
a ti no te debo nada
y a mí me debo la vida

lunes, 23 de diciembre de 2024

Romper el círculo

Andar en círculo tiene una gran desventaja, y es que siempre vas a acabar en el mismo sitio en el que empezaste. Andar en círculo es recorrer una y otra vez todos los puntos que ya conoces, incluso aquellos que ya sabes que te hacen daño. Andar en círculo es pisar las huellas por querer hacerlo seguro, es como escuchar un disco rayado, como cuando la solución al problema es volver al enunciado. Los círculos viciosos son como seguir miguitas de pan que uno mismo ha ido dejando en el suelo en un intento de autosabotaje. Es una profecía autocumplida, es como dar vueltas infinitas a la rotonda por el miedo a coger la salida que no era, cuando quizás, en el fondo todas valen. Y puedes andar en círculo en las relaciones interpersonales, en tus pensamientos, en tus acciones, en tu estilo de vida, en infinidad de aspectos. Si nos paráramos a pensar cuántos kilómetros llevamos hechos solo en ese círculo, entenderíamos la cantidad de mundo que nos hemos estado perdiendo. El ser humano es un animal de costumbres, pero si te acostumbras a romper el círculo, y digamos que, por ejemplo, empiezas a andar en una línea que tampoco es recta, podrías encontrarte cosas diferentes, y maravillosas, en cada curva que apareciera.

Para María

Tú hiciste que me gustase la Navidad
y ahora cuando veo las luces
solo puedo recordarnos en todos los bancos
hablando de lo mismo de siempre
mientras me llamabas “Lu” al final

Cada estrella que se ilumina por la calle

me clava una a una

todas sus puntas

en forma de tu sonrisa

o del recuerdo que guardo de ella

Han sido Navidades tristes sin ti 

y sé que esta no será diferente

He tardado seis años en decirte lo muchísimo que te echaba de menos

y últimamente te echo tanto

que hasta duele

Adverbios

Algún día te contaré el secreto 
de cómo bordaste en mis oídos 
con un susurro tu nombre
el por qué de mi piel erizada
cuando la tocan como a un piano
tus hábiles dedos
el dónde pasé las tres mil quinientas noches
que me aguanté los te quiero
al filo de la garganta mientras no estabas
y el cuándo he querido quedarme
dormida en tu pecho
entre dos madrugadas de lluvia de invierno
que se reduciría a la palabra siempre
Y solo entonces, amor
podrías empezar a comprender por qué tú
y de nuevo siempre
has sido y serás el de mi vida
el de esta
y el de todas las siguientes

viernes, 20 de diciembre de 2024

Si dices muchas veces la mentira se convierte en verdad

¿Sabes eso del que se acaba creyendo sus propias mentiras?
Pues yo te mentiría hasta creérmelo
así que por si funciona
voy a seguir diciéndote que sí

que de esa manera ya no te quiero

que de hecho dejé de hacerlo hace mucho tiempo

que no me duele

para nada

no estar contigo

y que el vacío del pecho

no se hace más grande cada vez que te vas

Pero ¿Sabes qué pasa?

Que por mucho que la disfrace

esa seguirá siendo siempre

de todas 

la única verdad

jueves, 5 de diciembre de 2024

Las personas a las que queremos

Supongo que lo que pasa con las personas a las que queremos es que no necesitamos que estén en nuestra vida, pero que estén nos hace felices. Cuando no queremos a las personas de una manera patológica y estas se van, podemos seguir siendo felices, pero cuando están, complementan nuestra felicidad. Una vez que entendemos esto, sabemos que sin ellas podemos seguir teniendo una vida plena y feliz, y que estará bien, pero que cuando vuelvan, inevitablemente, vamos a sentir un mordisco cálido en el pecho que nunca se parecerá a otras sensaciones, y que, indudablemente, nos hará un poquito más felices, aunque solo sea durante ese breve instante. Y esa es la raíz para ser capaces de pararnos más a disfrutar de la felicidad que conseguimos estando solos; dejar de compararla con otras, y simplemente, abrazarla como es.