jueves, 29 de enero de 2015

A mis amigos

Esta entrada se la dedico a mis amigos, porque para mí son como los hermanos que nunca he tenido, los que siempre han estado a mi lado, los que siempre me han ayudado con todo, los que han aguantado mis constantes tonterías y los que han cometido la locura de hacer mis locuras conmigo. Son ellos los que me han hecho reír y los que me han hecho llorar de emoción. Siempre han hecho de mi vida una cuesta abajo y si había cuestas arriba me han llevado en brazos. No me aferré a ningún Dios cuando lo estaba pasando mal, me aferré a mis amigos. No le rogué a ningún santo que me ayudara, pues no me hacía falta pedirle ayuda a nadie, mis amigos ya lo hacían de antelación. No he sobrevivido a mis malas rachas con ninguna biblia ni con ningún rezo, he sobrevivido a ellas con la compañía de mis amigos y con la amistad que siempre me han regalado. Son ellos los que de verdad han conseguido que yo hoy esté aquí, cargada de fuerzas para luchar contra mi propio destino. Los que han hecho que nada bajara mi autoestima. Gracias a ellos confío más en mí misma y gracias a ellos lo que me dice la gente me resbala.

Hemos tenido nuestras discusiones, nuestras peleas, nuestros roces, como todo el mundo. Eso forma parte de la amistad. Pero siempre hemos conseguido pasar página, olvidarlo y hacer las paces, porque los verdaderos amigos lo perdonan todo, los verdaderos amigos te buscan cuando te echan de menos, los verdaderos amigos te piden retomar la amistad, porque los verdaderos amigos son los que realmente te necesitan y los que pase el tiempo que pase siempre se van a acordar de ti.

Yo hoy quiero darles las gracias por las muchas veces que me han soportado, por las muchas veces que me han ayudado, que me han dicho lo que necesitaba escuchar y no lo que quería oír. Quiero darles las gracias por no haberme dejado de lado a pesar de los malos momentos, por estar juntos desde pequeños durante más de doce años. Quiero darles las gracias por todas esas veces que me han defendido, por todas las veces que me han demostrado que son amigos de verdad.

Y quiero decirles, que los fallos que han cometido, como los cometemos todos porque nadie es perfecto, a mí no me importan. Son muchas más las cosas buenas que las cosas malas, y yo les perdono, al igual que ellos me perdonan a mí.

Cuida a tus amigos porque son verdaderos tesoros, distingue a los que son de verdad, y quédate con ellos. Merecen y valen la pena.

Gracias chicos una vez más, OS QUIERO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario