¿Y qué puedo decir de él?
Si con sus manos hacía castillos
cuando tocaba la arena de mi corazón.
¿Qué voy a perder?
Por decir que en sus ojos habitaba tal brillo
que cegaba a cualquier polizón.
¿A quién voy a engañar?
Si mis risas chocan contra el cristal
y este me devuelve el eco de las lágrimas que algún día le lloré.
¿A quién debo rogar?
Sí ya llevo tiempo habitando en el mar
y todavía no he visto a ninguna ola romper.
¿Qué más puedo esperar?
De una persona que quiso ser estrella
y perdió la quinta punta.
¿Que más puede abarcar?
Un sentimiento que vive de centinela
y de esperar no se cansa nunca.
¿Qué más puede pasar?
Sí toda bola de dragón vive del fuego
y yo en él me he vuelto a quemar.
¿Qué más puedo añorar?
si poco a poco se abre camino el invierno
y yo no quiero volver a empezar.
¿Hasta dónde voy a llegar?
Robándole segundos al tiempo
y versos a las poesías.
¿A dónde quiero llegar?
Si de sobra ya sé que tu amor sincero
solo fue una falacia muy bien resumida.
¿Y por qué no puedes ser tú?
Que si te asomas a la ventana
a lo lejos puedes ver Madrid brillar.
¿Por qué no puedes ser tú?
Ah, sí, porque todos los rascacielos engañan,
pero desde los bancos de Madrid no se puede ver el mar.
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