miércoles, 28 de abril de 2021

En manos del destino

¿Cuántas veces habremos escuchado eso de "el destino decidirá"? Si nos volveremos a ver, si nuestros caminos se encontrarán algún otro día... Él decidirá qué será de nuestras impredecibles vidas. Estamos tan acostumbrados a no tomar decisiones que dejarle la responsabilidad al destino nos parece siempre la mejor opción, como si de verdad confiáramos en que al final acabará dándonos aquello que queremos. Por eso sé que no me sentaré a esperar que te traiga de vuelta, que no volveré a soltar tus manos confiando en que en un par de primaveras volverán a acariciarme, ni te pensaré en voz alta con la esperanza de que alguien pronuncie mi nombre y al escucharlo te acuerdes de mí. Te escribiré cartas con tinta imborrable, te diré que te echo de menos como la nieve al más frío de los inviernos, y te abrazaré de la forma más cálida que un verano jamás supo llegar. Que si me lo preguntas te diré que sí, y si me miras encenderé fuegos que ninguna lluvia de abril podrá apagar. No te apartaré la mirada, nadaré en ella como si buscara la luna entre un millón de estrellas. No me callaré cuando te necesite, ni esperaré a que tengas ganas de quererme. Te invitaré a tomar café y pediré tarta para que te quedes más tiempo. Nos despediremos en la esquina y cuando la farola se apague será la señal de valentía para robarte un beso y decirte que te abrazaría cien inviernos seguidos y seguiría teniendo frío, solo por no parar de hacerlo. Lucharé porque cada vez que me veas se pare el mundo y nos de tiempo a escoger un sitio donde quedarnos. Haré que nos muramos de las ganas de tenernos y aún así nos parezca insuficiente, hasta no haber un solo centímetro de tu piel que se me pase por alto, ni una noche más corta que la anterior. Que cada vez que te vea volveré con tu olor a casa y dormiré sin haberme quedado con las ganas de decirte que todo lo dejaría en manos del destino, todo, menos a ti, porque a ti te quiero en las mías. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario