Tú me guiaste hacia los prados más verdes,
y en ese verde de tus ojos yo me perdí,
no me importaba en absoluto perderme, sino perderte
porque deseaba que fuesen tus ojos mi lugar para vivir.
Con las manos entrelazadas y al borde del amor,
con un beso robado me robaste el corazón,
y en ese mismo momento lo único que hubiera deseado,
hubiese sido mantenerte toda la vida a mi lado.
No habría persona más pobre en el mundo,
que una persona que no te tuviera a ti.
No son mis ganas de amarte, ni mis ganas de quererte,
es mi ansia de ti.
Yo te guié hacia los lugares más iluminados,
no más iluminados que cuando llegaste tú,
y allí enamorados y junto a tu luz,
me volví a enamorar sin pensarlo demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario