El invierno es tan frío,
que congela la sonrisa de las estrellas,
me resbalo en el hastío,
no te conozco con certeza.
Me recuerdas a la primavera,
agradable como una brisa pasajera.
Tras los árboles me escondo;
a las flores les canto.
Les canto el cuento de tu mirar,
les recito el poema de tu voz,
tras la rama la flor sonríe;
el cielo triste comienza a llorar.
El invierno tiene frío,
desde que la primavera se llevó su calor.
¡Ay, de mí! Desde que me lo robaste,
vivo enamorada y sin corazón.
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