Y yo aquí, desnuda de secretos,
pero con las ganas escondidas,
queriéndote con lápiz y en papel,
si tú me quisieras, te lo diría.
Si pensaras en mí, yo te lo contaría;
mis ojos tristes por no poder verte;
el esbozo de mi sonrisa y tu alegría.
Te siento cerca, pero estás lejos;
no te conozco, y ya te echo de menos.
¿Qué tienen en común la M de mi apellido,
y la M de tu nombre?
Detrás el policía y delante el ladrón,
primero el día y después la noche,
bonita es la luna, y bello es el sol.
Y aquí estoy yo, más estancada en tu mirada
que clavada a mi silla,
esperando encontrarme con tu alma perdida.
Ojalá fuera cierto, mi sueño, feliz;
ojalá un para siempre, más eterno que nunca, y sí,
y yo aquí, desnuda de mí; vestida de ti.
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