de ser yo la que leyera
lo que me escriben a mí
Aún me pierdo entre los versos que me sigues escribiendo
y cientos de flechas vienen directas hacia mí
Tú me enseñaste la otra cara de la moneda
pude sentir lo que era que te quisieran de la misma manera
y a veces también me pregunto si se puede volver a un sitio del que nunca te terminaste de ir
Pero ya ves
a veces la mente y el corazón no se ponen de acuerdo
y entre medias estamos tú y yo intentando entendernos
usando la misma respuesta
para responder a diez mil millones de por qués
Dos almas aparentemente iguales
pero al final con las formas de querer
acaba pasando lo mismo que con los polos de los imanes
Aún así siempre tendré claras dos cosas:
la primera que la poesía es más bonita
desde que la haces tuya también
y la segunda
que de una manera u otra
siempre te querré
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