Ahora que el sol juega al escondite y de pronto se va,
ahora que la luna les roba el protagonismo a las estrellas,
las farolas alumbran al borde de las calles,
y las luces de discoteca deslumbran al filo de la carretera.
Ahora que las voces ya no gritan,
la calma recupera la incondicional compañía del silencio.
Ahora que la mirada ya no se esconde tras unos ojos cerrados,
la realidad se escapa irremediablemente del sueño.
Ahora que tengo la voluntad de regresar cinco minutos a mi pasado,
ahora que no tengo miedo y no me escondo de mis recuerdos,
regresa veloz a mi mente tu nombre antes olvidado,
cual tren que llega tarde a su última parada de metro.
Ahora que ya no eres tú quien besa mis labios,
ya no sé dónde volveré a encontrar tales besos.
Ahora que nadie camina de vuelta a casa a mi lado,
ya no estoy tan segura de si volver a ella debo.
Ahora que no cuentas los lunares de mi cuerpo,
ahora que ya abandonaste tu viaje en la geografía de mi espalda,
recuerdo tu cara acercándose sutilmente a mi almohada,
y sigo sin arrepentirme de haberte dejado ser el primero en hacerlo.
Ahora que tus manos no invitan a mi ropa a abandonar mi piel,
ni siquiera sé si me gustaría más volver a estar desnuda.
Ahora que tu silueta ya no sigue a mi sombra hecha de papel,
desearía volverme y que estuvieras ahí para abrazarte como nunca.
Ahora que me lanzo a la calle sin control alguno por controlarme,
buscándote entre callejones aun sin saber dónde podré encontrarte.
Ahora que las palabras escapan de mi boca cual loca gritando,
cuando no puedo callarme cuánto todavía te sigo amando.
Ahora que las frías copas de alcohol ya no pueden calentar mi cuerpo,
ahora que el humo de mis cigarrillos no puede calmar mi respiración acelerada,
ahora que ni los libros pueden apartar mis pensamientos de ti,
cuando busco en cada página una sola razón por la que no quererte mañana.
Ahora que echo tanto de menos tu voz entrecortada en mi oído,
mis lágrimas de alegría impactando contra el contorno de tu pecho.
Las tardes de invierno riendo en los bancos de los parques,
las noches de verano besándonos en los lugares sin techo.
Ahora que ha pasado tanto tiempo y que tengo el suficiente valor para recordarlo,
ahora que todo lo he perdido y apuesto por volver a ganarlo.
Ahora me atrevo a decirte que nunca fue "ahora",
que siempre fue "siempre" y "todos los días".
Ahora que moriría por volver a tenerte de nuevo en mis brazos,
ahora que la valla ya no frenará mi mortal caída.
Te digo que mis pasos seguirán siempre tu camino,
te digo que estaré siempre recordando una vida a tu lado aun sin haberla vivido.
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