Jueves, 2 de Febrero de 2023
Granada
¿Cómo puede cambiar el estado de ánimo con tanta rapidez? Como cuando te subes a una de esas caídas libres de los parques de atracciones y en un abrir y cerrar de ojos ya estás abajo, y ni siquiera te ha dado tiempo a disfrutar de las vistas que hay arriba, pero esa sensación, aunque efímera, es tan increíblemente excitante... Te meterías ochocientos mil chutes de esa sensación, aunque luego te pasaras tres días enteros de resaca a cambio de un par de segundos de éxtasis. Cómo me gustaría saber la fórmula para sentirse así las 24 horas del día, sin cambios emocionales que te hicieran preguntarte mil veces si algún día llegarás a ser verdadera y plenamente feliz. A veces pienso que la felicidad es como ese éxtasis del orgasmo, como si hubiera que recorrer un largo camino hasta alcanzarla, y cuando por fin la tienes en las manos, se te resbala entre los dedos, desvaneciéndose como espuma de cerveza. Solo me quedará emborracharme de esos instantes, exprimirlos, beberlos y tragarlos gota a gota, hasta dejarlos completamente secos. Creo, fielmente, que esa es la única manera humanamente posible de ser feliz a día de hoy. Mientras, un chico que me quiere esperándome en la cama del hotel, y yo tumbada en el suelo escribiendo cosas que realmente no tienen ni la mitad de importancia como la tiene el hecho de que él me quiera y yo a él también. Ojalá aprendiera a verlo así en cada caída libre de mi vida.
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