domingo, 2 de abril de 2023

Supongo que tendré que acostumbrarme a que ya nunca volverás

Supongo que tendré que acostumbrarme a que ya nunca volverás. Supongo que me toca, de una vez, asimilar que hace mucho tiempo que pasaste página. Una vez escribí que para olvidar a alguien lo primero era querer hacerlo, y he faltado durante años a mi propia palabra. 


Típico de los escritores. 


Supongo que tendré que lidiar con eso de verte en cien rostros diferentes, y que ninguno es tuyo, cuando salgo a la calle, y con los sueños y pesadillas por las noches, en los que vuelves, y en las que vuelves a irte. Supongo que tendré que aprender a mirarte de soslayo las pocas veces que aún sigamos encontrándonos, como si fuese verdad eso de que fuiste, pero ya no eres alguien para mí. Supongo que tendré que aprender de ti, después de todo has demostrado ser muchísimo más inteligente que yo en esto. 


Típico de los hombres.


Tendré que aprender a pasar por esa esquina sin que tus labios vuelvan amenazantes a mi memoria, y a no sobresaltarme cuando escucho pasos detrás de mí cuando voy andando sola por la calle, como si alguna vez me tocara a mí ser una de esas protagonistas de películas a las que siguen y paran para darles un beso y todo vuelve mágicamente a empezar de cero en un mundo tan idílico como irreal. Supongo que me tendré que olvidar de ese maldito lunar que da vueltas sin parar una y otra vez en mi cabeza, y saber encontrar el freno justo a tiempo en esta inmensa cuesta abajo. A veces de verdad pienso que nunca voy a terminar de chocar. Pero ¿Sabes qué es lo peor de todo? Que los escritores estamos condenados a no olvidar, nunca, porque nos alimentamos de los recuerdos para escribir, y jamás podré ir en contra de mi propia naturaleza. Una vez un amigo me preguntó por ti, y yo le respondí que siempre llevaría la condena de quererte. Ojalá fuese yo la que está delante del libro, leyendo, y no la que está detrás, escribiéndolo. Agradece tu papel, a veces el mío es justamente eso, una condena a la que no podré renunciar jamás.


Igual que a ti.


No hay comentarios:

Publicar un comentario