jueves, 23 de febrero de 2023

Tenías razón, estoy muy por encima de ti

Tenías razón, estoy muy por encima de ti, y no por el mero hecho de decir que dos personas nunca pueden ser iguales. Estaba muy por encima de ti, pero no te confundas, no lo estaba por ser mejor persona, ni más inteligente, ni tampoco menos mala. Estaba y estoy muy por encima de ti, simplemente por quererte de la manera que he sido capaz de hacerlo. Y tenías razón, nunca, pasen los años que pasen, lograrás alcanzarme, porque jamás serías capaz de sentir la décima parte de lo que sentí yo. Tenías razón, te vengo grande, porque tú eres de cosas simples, de ver el mismo vídeo que te hace gracia por séptima vez y compartir otros cien iguales, y yo soy de cosas complicadas, fiel amiga de la sensibilidad, de retorcerme la cabeza y el corazón para escribir los textos que más te ponen la piel de gallina. Porque tú eres de un mundo, llamado simpleza, y yo soy de otro, llamado caos. Estoy muy por encima de ti porque yo siempre me voy a empeñar en creer y demostrar que sí se puede hacer eterno un verano, y tú te conformarás toda la vida con sacar tus mejores abrigos del armario cada invierno. Estoy muy por encima de ti, porque yo siempre vuelvo al lugar que duele, porque siempre seguiré metiendo la quinta marcha y apretando el acelerador a tope cuando vea un muro que lleve tu nombre, y tú, sin embargo, siempre harás oídos sordos cuando escuches el mío, y para ti el dolor, siempre será otra cosa, nada que tenga que ver con nosotros. Estoy muy por encima de ti porque alguien tenía que enseñarte qué era el amor, aunque tú nunca pudieras aprender a convivir con él. Estaré siempre muy por encima de ti, y tenías razón, así, cariño mío, jamás podríamos haber sido felices.

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