¿Y qué quieres que te diga? Si aún escucho tu risa al final del pasillo, como un niño que corre eufórico cuando le persigue su madre para castigarle, pero que lo único que realmente le esperaba al llegar a la puerta era mi beso de buenas noches y la víspera de los buenos días. ¿Qué quieres que te diga? Si todavía me despierto en mitad de la madrugada y puedo ver tu mirada buscando la mía, y eso que duermo a oscuras. ¿Qué quieres que te diga? Si aún me acuerdo de tu nombre a voces, y de ese tal vez que condenamos cruelmente a que no lo fuera nunca. ¿Qué quieres que te diga, mi amor? Si he contado las veces que así te llamaría y no hay números hasta el infinito, si paso por tu casa y te veo justo ahí, en mi recuerdo, siendo lo que un día fuimos. Dime qué coño quieres que te diga la próxima vez que tus labios se enreden en los míos con la excusa infalible de que nunca sabrán encontrar el camino. Qué fijación para elegir el lugar donde perderte. Qué quieres que te diga, si fijé mi calendario en el viernes, solo porque tú venías. Qué quieres que te diga, joder, si por más tiempo que pase, por más veces que llueva, nunca será el necesario para olvidarte, ni para ahogarme en otras mareas. No sé qué coño decirte, cada vez que pasas por mi lado y siento que nunca lo harás lo suficientemente cerca. Dime qué me dirías, si supieras que hay mundo detrás del vacío, vida en otros planetas. Dime qué me dirías, si supieras que podemos ir juntos de la mano a cualquiera sin billete de vuelta. Yo creo que lo sé, que conmigo te irías. Pero mientras eso no ocurre, dime ¿Qué quieres que te diga? Si todavía eres y seguirás siendo siempre el amor de mi vida.
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