Cuando te miro de cerca llego a tres grandes conclusiones:
La primera que llueven estrellas fugaces en tus ojos
la segunda que no habría mundo suficiente para abarcar tanta grandiosidad
y la tercera
que con un solo golpe de vista
podrías crear incendios
que jamás sabría cómo apagar
¿Te echo de menos
desde que me echo de más
o te echo de más
desde que me echo de menos?
Puedes sentirlo de diversas y múltiples formas, pero jamás el amor se limitará a una sola persona. El día que comprendas eso te permitirás amar con total libertad.
Un día, así de repente, te das cuenta de que el amor de verdad está en esa persona que te pregunta, por ejemplo, cómo eras de pequeño, también así, de repente, y entonces entiendes muchas otras cosas.
Me sobras desde que me faltas
Estoy a medio suspiro
de dejar de suspirar por ti
Estoy a una caricia
de arrancar mis manos
de tu piel de raíz
Me falta un poema
para dejar de escribir
y me sobran ya todas las noches
que tu recuerdo tomándose la confianza
que tú un día me quitaste
se acostó conmigo a dormir
Mis hechos contra tus palabras
No te odio
pero no me gusta tu forma de querer
tu lluvia intermitente
tu “casi, pero no”
tus “tal vez”
Nunca podría odiarte
pero me han cansado
tus palabras acentuadas
y tus hechos indemostrables
tus dudas anticipadas
y tus “te quiero”
que por no creerlos ni tú
no se los cree ya nadie
y te lo avisé
No hay dos amores iguales
No te confundas
sé perfectamente quien se enamoró de mí
y me quiso con cada poro de su piel
quien quiso intentarlo y no pudo
quien lo estuvo y me sostuvo
quien lo creyó y se engañó a sí mismo
y quien entre todo ese barullo
se conformó con ser mi amigo
cuando el amor se parecía mucho más a él
A mi amiga de toda la vida
A mi amiga de toda la vida
le diría que fui muy feliz
casi tanto como lo es ella ahora
Que la recuerdo todos los días
y la quiero por las noches
entre poemas escritos a deshoras
Que de las veintiséis carcajadas
que nos sorprendieron juntas
llevo aún catorce clavadas en el pecho
y que los ochenta y tres errores
que nos abrieron cicatrices mal curadas
esos
morirán todos en el infierno
el día que me los eche a la cara
Nos veremos las caras
No sé cómo se puede tener
la poca vergüenza
de decirle a una persona que la amas
cuando no se te mueve
ni una pestaña al mirarla
Sinceramente
deberías tener la cara roja
y no precisamente
por todos los besos que te di
antes de quedarme con la mía rota
Nadie lo entendería
Dejé de tener un paraguas roto
el día que tú abriste
uno para los dos
No era la tormenta
era quien por ti se mojó
Inversamente proporcionales
Si pierdes al amor de tu vida
quizás sea porque vayas a encontrar
la vida en otro amor